Si, así es. Vuelvo a tener la misma sensación de estanqueidad, de laberinto continuo en mi camino. Y siempre es la misma piedra, siempre, por el mismo motivo. Ahora tiene nombre distinto, forma distinta, pero misma naturaleza. La mujer.
Y es que ya hacia unos meses había conseguido estar en calma, conseguir no buscar ni ver nada que me distrajera de mi camino, pero llegó ella y lo revoluciono todo. Ahora no paro de pensar en ella, de querer conocerla más y de verla más a menudo. Debo centrarme y conseguir sacarla de mi cabeza.
Me digo que es un acto imposible, que alguien así te mire de distinta forma como actualmente te mira. La miras y mantienes la calma pensando: “no hay nada, no habrá nada, no es nada….” Pero mientras tanto tu propio subconsciente te traiciona pensando en alguna posibilidad.
Siendo realista, tropezaré nuevamente en la indecisión de arriesgar o aguardar, y finalmente cuando decida algo, será olvidar para no sufrir más, pues como he empezado acabaré diciendo, que el hombre es el único ser que tropieza muchas veces sobre la misma piedra.
Y es que ya hacia unos meses había conseguido estar en calma, conseguir no buscar ni ver nada que me distrajera de mi camino, pero llegó ella y lo revoluciono todo. Ahora no paro de pensar en ella, de querer conocerla más y de verla más a menudo. Debo centrarme y conseguir sacarla de mi cabeza.
Me digo que es un acto imposible, que alguien así te mire de distinta forma como actualmente te mira. La miras y mantienes la calma pensando: “no hay nada, no habrá nada, no es nada….” Pero mientras tanto tu propio subconsciente te traiciona pensando en alguna posibilidad.
Siendo realista, tropezaré nuevamente en la indecisión de arriesgar o aguardar, y finalmente cuando decida algo, será olvidar para no sufrir más, pues como he empezado acabaré diciendo, que el hombre es el único ser que tropieza muchas veces sobre la misma piedra.